Al otro lado del muro
Existe una pared imaginaria que divide la vida real y la fantasía. Una puerta invisible que no podemos cruzar. Un lugar desde donde podemos observar al otro lado del muro la vida imaginaria que está dentro de un escenario teatral. El marco del escenario a través del que el público aprecia la representación teatral.
En televisión o Internet son la lente de la cámara, que graba la imagen, que a su vez llega a la pantalla del espectador. En cine la lente que toma la secuencia de fotografías que procesadas se transforman en la película que vemos proyectada en la gran pantalla. Todos ellos, no importa el medio, forma o lenguaje con que vayamos a definirlo, son parte de lo mismo. Forman la ventana por la que el espectador puede asomarse para disfrutar la vida al otro lado del muro entre la fantasía y la realidad.
A este muro o pared imaginaria en el teatro se le llamó cuarta pared. Es lo que separa la vida real del espectador, de la vida ficticia de los personajes, ya sea en cualquier medio. Por ello se utiliza el término “romper la cuarta pared” para referirse a la acción de uno o varios personajes que interactúan con el espectador.
Historia
Denis Diderot, en su Discurso sobre la poesía dramática (Discours sur la poésie dramatique, 1758). Expuso la idea de que un muro virtual separaba a los actores de los espectadores. “Imaginen al borde del escenario teatral un gran muro que los separa del escenario, como si el telón no se abriera nunca”. Existe otra explicación sobre la estética de la cuarta pared de Henri Beyle, “Stendhal”, en el siglo XIX. “La acción ocurre en una sala en la que uno de los muros ha sido levantado por la varita mágica de Melpómene. Los personajes no saben que ahí existe un público”. El concepto pasó de ahí al teatro del realismo teatral del siglo XIX y al Teatro del Arte de Moscú. Konstantín Stanislavski uno de los más grandes teóricos teatrales y director, lo aplicó al montar “El jardín de los cerezos de Chéjov”.
Durante mucho tiempo se mantuvo como una muralla rígida que enmarcaba la separación entre la realidad y la fantasía representada al otro lado del muro. Sin embargo, al observar la interacción que se generaba entre los presentadores de los espectáculos y los asistentes, surgió la novedad por romper moldes establecidos. La creatividad sobre todo en la comedia para cambiar o innovar las modas impuestas, dio como resultado que este muro también caiga. A este concepto en el teatro se le conoce como: “Romper la cuarta pared”. Y se trata de dirigirse directamente al espectador, rompiendo la fantasía de un universo paralelo al otro lado del muro. Posteriormente ha sido muy utilizado por animadores, presentadores y conductores de espectáculos y programas que se dirigen al público.
Romper la cuarta pared
Romper la cuarta pared, o la cuarta pantalla, se ha convertido actualmente en un hecho de moda, algo normal en muchas producciones. El término original del teatro se adaptó al cine, televisión, videojuegos, cómics, manga e incluso al juego de rol.
En el caso del teatro, cine, o películas y series consideradas de ficción para tv, algunos conceptos no han variado. Son medios donde los personajes se mantienen en el off homogéneo hasta que se dirigen de algún modo a los espectadores. Y cuando algún personaje toma consciencia de que lo es, deja de momento de representar su papel para romper la cuarta pared. En ese caso hablamos del off heterogéneo.
En el teatro, las acciones ocurren dentro de tres paredes, izquierda, derecha y fondo. La cuarta pared es, figurativamente hablando, la que separa al público de lo que ocurre en el escenario. Y si un actor se dirige al público o si el guion le exige interactuar con los espectadores, entonces está rompiendo la cuarta pared. De esta definición se excluye el clásico concepto del “aparte”. Cuando un personaje expresa en voz alta sus pensamientos aparentemente en su mente, o supuestamente murmura en voz baja evitando ser oído por otros personajes. Muy utilizado en los clásicos.
Exigencias del guion
Sin embargo, hay otros momentos donde se rompe esta cuarta pared por exigencia del guion, un ejemplo tradicional es la versión teatralizada de Peter Pan. Cuando el protagonista se asoma al otro lado del muro y pide a los espectadores que aplaudan para salvar a Campanita. De igual manera se considera que los narradores rompen la cuarta pared cuando interrumpen la acción para dirigirse al público.
En el cine, Oliver Hardy fue el primer actor en introducir este recurso. Cuando después de alguna torpeza ejecutada por su compañero Stan Laurel, mira con gesto resignado al espectador buscando su comprensión. Este fue uno de los gags más exitosos de la pareja cómica. y una aportación al humorismo de la época. Un recurso que ha sido copiado por muchos comediantes posteriormente.
Actualmente, el “fenómeno” de romper la cuarta pared es muy común incluso en los videojuegos y todos los programas que incluyan actividades interactivas. Cuando los personajes de la fantasía o realidad virtual interactúan con los de la vida real asomándose al otro lado del muro.